El acné del adolescente

La adolescencia es una época de cambios corporal y psicológicos. La autoestima puede ser escasa y no pasar por alto lo que otros piensan de nuestra imagen ya que se le da una gran importancia al aspecto en este momento. Por eso, el acné en la adolescencia puede convertirse en un problema para muchos. En este artículo te mostramos cómo ganarle la partida.

¿Por qué aparece el acné adolescente?

La buena noticia para los jóvenes es que el acné adolescente como tal desaparece con el tiempo, aunque la mayoría no estemos dispuestos a esperar por esa regresión espontánea que puede tardar mucho en llegar. Tiene una mayor incidencia en la espalda, el pecho y la cara. En el rostro se da principalmente en la zona “T” (barbilla, nariz y frente), pero también en las mejillas.

Suele aparecer cuando el adolescente se enfrenta a los cambios hormonales que traen consigo el paso de niño/a a adulto. El aumento de la producción de andrógenos (que son hormonas sexuales masculinas) que tienen tanto los hombres como las mujeres (aunque estas últimas en menor proporción). En la adolescencia se disparan y, a su vez, lo hace el funcionamiento de las glándulas sebáceas, en respuesta, con el consiguiente aumento de la producción de sebo y brillo en la piel.

Los explicamos mejor: en realidad, en cuenta que todo el cuerpo (salvo palmas y plantas) está cubierto de vello. Cada pelo sale a la piel por medio de un poro. Y en su interior se encuentra una glándula sebácea que produce el sebo, una sustancia aceitosa que lubrica la piel y el pelo.

Cuando se produce mucho sebo el poro puede inflamarse y taponarse. Si al obstruirse, el poro permanece abierto, aparece una espinilla o punto negro. Pero si se cierra da lugar a lo que llamamos “grano”. Si este se infecta tendrá su característica coloración rojiza y amarillenta, debida a la inflamación y al pus, respectivamente.

¿Qué otros factores influyen en la aparición del acné adolescente?

El acné de los adolescentes también puede estar provocado por cualquier medicamento que aumente la producción de andrógenos. Por otro lado, en la actualidad se cree que los alimentos grasos no tienen incidencia en la aparición de este problema, aunque alguna información es controvertida.

Eso sí, tanto el estrés como la ansiedad sí pueden ocasionar que surjan brotes de acné adolescente en algunas personas. En las jóvenes también puede darse en algunos momentos del ciclo menstrual, también por causas hormonales.

Aunque el acné en los adolescentes es algo temporal, no se debe minimizar el problema. Es importante darle la debida atención y comprender los sentimientos que puede provocar en los jóvenes, a los que puede afectar gravemente en su autoestima y vida de relación.

En la actualidad existen diferentes tratamientos que tienen una alta eficia. Pero siempre deben ser pautados por un médico. Los dermatólogos son los expertos que mejor los conocen.

Así que, si tu hijo tiene acné, utiliza la empatía para entender cómo se siente y hazle ver que es algo temporal que no debería afectar a su autoestima. Pide cita con uno de nuestros expertos, te ayudaremos a encontrar el tratamiento que tu hijo necesita.

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